Ayuntamiento

La historia del Casino va ligada a la del último siglo de la vida de Quart de Poblet. Varias generaciones han gozado de momentos especiales en las dependencias del vetusto edificio; momentos que nunca olvidarán.

Porque el Casino fue obra del pueblo, que eligió la noche de San Juan (24 de junio) de 1910 para alzar los fundamentos de este edificio, en cuya construcción participaron las casi 400 familias que formaban Quart de Poblet.

Los avatares políticos del siglo XX dejaron huella en el cuerpo y en el alma del edificio, que en 1979 inició una nueva etapa al recibirlo la Asociación Cultural y Recreativa "Centro de Convivencia".

El 17 de mayo de 2006, tras un largo proceso, la entidad firmó la cesión de la titularidad del Casino al Ayuntamiento, que ha cumplido con su promesa de recuperarlo.

Los trabajos de rehabilitación han ido encaminados a conservar elementos característicos del edificio como la techumbre, los arcos o el zócalo de azulejos modernistas de la cafetería y, a la vez, lo han convertido en un espacio dotado de nuevas tecnologías de última generación y de un teatro que hace años fue referente cultural en la comarca de l'Horta y que, sin duda, también lo será ahora.

En la vanguardia tecnológica, dispone de un espacio para quioscos de información municipal y de una Infoteca, que ofrecerá servicios lúdico- formativos para niños y niñas, fundamentalmente durante la realización de actividades, para favorecer la conciliación de la vida familiar con la cohesión social y la participación.

El edificio alberga a las entidades que tenían su sede tradicionalmente: la Asociación Cultural y Recreativa "Centro de Convivencia", la Agrupación Musical L'Amistat, la Sociedad Artistico-Musical La Unió de Quart de Poblet, el Club de Caza y Tiro Quart de Poblet y el Club de Ajedrez Quart, con salas de ensayos, juegos, lectura, billar y exposiciones.

El Ayuntamiento ha cumplido, a la vez, con uno de sus objetivos prioritarios: la creación de un edificio totalmente accesible para las personas con discapacidad física y sensorial, en el que se han aplicado también medidas para asegurar el ahorro energético y del consumo de agua.

El teatro, con un aforo de 212 personas, podrán disfrutarlo personas con discapacidad tanto como público como actuando, ya que al escenario se puede acceder con un ascensor desde los camerinos o a través de una rampa desde el patio de butacas. Además, hay asientos que se quitan con el objetivo de dejar espacio para sillas de ruedas.
Por último, dispondrá de una red inductiva para que las personas con déficit auditivo puedan seguir las representaciones y de una cabina de traducción simultánea.